Mi Corazon se quedo en Oaxaca.

Ya era tarde, pasaban de las seis, que en esas fechas el sol ya se habia refugiado detras de las montaña. Me encontre en medio del centro de Puerto Angel Oaxaca. Su plaza principal apuntaba a los centros de negocios, como tres, y hacia el sur se encontraba la alcaldia hacia alla me encamine. El Alcalde me saludo y me dijo:"Usted no es de por estos rumbos... se perdio? o es turista." Casi me sono mas bien que le molestaba mi presencia, ya sabia que a los norteños no nos querian muy bien por alla por el pacifico, pero nunca me senti tan solo como en ese momento. Parpadie luego tome valor despues de un suspiro profundo, le explique que mi compañero de escuela, otro estudiante de Roque me habia invitado a pasar la Semana Santa con el y su familia. Gruño entre dientes, y me pregunto el nombre, se lo dije y como si hubiera visto a un amigo depues de una larga ausencia, sonrio ampliamente. Apunto hacia el restaurant que estaba en el techo de una casa enfrente de la plazuela, y me dijo que ahi podia encontrarlo.

Pasaron unos minutos mientras que caminaba voltie a ver el sol que ya estaba completamente perdido en la distancia. Una luz palida del unico poste que habia en la calle, probablemente el alumbrado publico, pero dificil de saber a ciencia cierta. Una joven me miraba cruzar la calle, me percate porque con esa poca luz queria ver su rostro y se me escapaba. Note que a la entrada del restaurant habia un letrero, "Si quiere cenar, suba las escaleras", obvio no parecia, ya que era la unica casa en ese derredor que tenia mesas y sillas en el techo. Cuando hice el intento de subir las escaleras, la joven me alcanzo, ya viendo su rostro bajo la luz, me sorprendio lo bello de sus formas, sus ojos de un cafe claro, transparente. me pregunto que si aquien buscaba, le di el nombre de mi amigo, ella sonrio y me dijo, "es mi primo, pero el todavia no llega de vacaciones." La vi irse aprisa y saludar a la señora que calentba tortillas en un comal, las dos me voltearon a ver y se sonrieron. Despues de explicarles porque me encontraba ahi, y que no tenia con que pagar por la cena, ni sabia adonde iba a pasar la noche, me tomaron de la mano, me dirigieron hacia una de las mesas cerca de la orilla del patio-techo, pense un empujoncito y hasta aqui.. pero no, me apuntaron a la silla. Despues de una deliciosa cena, que me tomo una media hora, anunciaron que iban a cerrar, la joven se ofrecio a llevarme a la casa de un tio, arriba del cerro donde podia pasar la noche. Fue my primera noche en hamaca, un cuarto a medio construir sin ventanas ni puertas, palmeras en el exterior y a media noche el sonido de animales que nunca habia escuchado.

El siguiente dia la joven llego temprano, aparentemente al caminar de noche por la vereda me perdi todo el paisaje, era un verde tupido, precioso, casi se veian las plantas brillar. Conversamos y al final, volvi a verme en aquellos ojos claros, mas divinos que cualquiera y me acompañan en mis sueños hoy.



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