El Gordo.

Ese era el apodo que le puse a mi padre, Reynaldo Durán Castillo. Nacido en San José de Bachíniva Chihuahua en un dia de Abril del 1932.
Creció jugando beisbol al lado de sus hermanos José Dolores y Alejandro, sus hermanas Rebeca, Socorro , Maria e Irene. Sus padres, Reyes Durán y Rebeca Castillo radicaron por mucho tiempo en San José de Babícora, cerca de Casa Blanca.
Mi padre no tuvo una educación formal, pero fue apadrinado por un Sacerdote Jesuíta quien le enseñó lo básico para leer y escribir. Las matemáticas le venian con facilidad, todavía despues de mis años en secundaria me apantallaba sacando cálculos de los pies cuadrados de madera que llevaba una troca trocera. Durante sus años como policia municipal en Madera, le tocó vivir la tragedia del 23 de Septiembre del 1965. Años despues fue policia municipal en Guerrero Chihuahua, y para mediados de los setentas Comandante de policia en el municipio de Ocampo, que en aquel tiempo se encontraba en Huajumar.
Mi padre me enseño lo básico de mecánica, a manejar trocas con dual, a andar a caballo y a no tenerle miedo a los malandros. Decía mi padre, ellos ya escogieron su carrera.
Recuerdo que me contó como un dia el Sacerdote lo llevó a Cuauhtémoc a ver una obra de teatro, era sobre Hamlet del escritor Inglés Shakespeare, allí escuchó por primera vez el nombre Horacio, y se prometió que al primer hijo varón le llamaría asi.
Debí haber escrito esto el 2 de Noviembre, pero cuando los recuerdos se agolpan, es dificil organizar los pensamientos. Descanse en Paz mi Gordo, ya mero lo seguimos.

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